En el Gobierno afirman que las medidas del Banco Central eran «inevitables» y que durarán «hasta que entren dólares» a la economía

El presidente Alberto Fernández y su ministro de Economía, Martín Guzmán, sostienen que las nuevas restricciones al dólar eran «inevitables».


Jaime Rosemberg para La Nación.

Fue una decisión de Alberto por pedido del Banco Central. Si no lo hacíamos, nos quedábamos sin reservas». La frase, simple y surgida cerca del presidente Alberto Fernández, intentaba explicar la decisión de endurecer el cepo al dólar, anunciada anoche por el titular del Banco Central, Miguel Pesce. Una decisión que, reconocen en la Casa Rosada, trae y traerá costos políticos concretos e inmediatos, pero que seguirá vigente «hasta que comiencen a entrar dólares al país», según explicó a LA NACION otro funcionario que comparte su cotidianeidad con el Presidente.

Altas fuentes del Gobierno aseguraron que no se trató de una medida intempestiva. «Se habla de esto desde hace por lo menos un mes. En el gabinete económico se discutieron alternativas y se consensuó lo que era mejor para el momento», agregaron cerca del ministro de Economía, Martín Guzmán.

«Sabemos que es una medida restrictiva. Nos toca administrar esta escasez de dólares en esta crisis pandémica. Y se hace para evitar más devaluaciones bruscas y picos inflacionarios», afirmaron en la jefatura de gabinete que encabeza Santiago Cafiero. «Si esto no se corregía, la inflación terminaba cinco puntos por encima de lo planeado», afirmó un vocero oficial.

«Si queríamos que el presupuesto 2021 fuera sustentable, la cuestión monetaria no podía quedar afuera», agregaron otras fuentes oficiales.

En el Gobierno dijeron que en el reportaje de Guzmán con LA NACION del domingo (en el que dijo: «Cerrar más el cepo sería una medida para aguantar y no vinimos a aguantar la economía»), el ministro reconocía que se estaban buscando «distintas alternativas» ante la dramática caída de reservas en dólares, consecuencia en buena medida del «goteo» constante de compras de 200 dólares de particulares.

Según pudo saber LA NACION, Guzmán conversó también de ese tema el lunes, en su almuerzo en la Cámara de Diputados, con el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, y el jefe del bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner. En ese encuentro, además del presupuesto del año que viene, se analizaron el envío de una nueva fórmula jubilatoria y el «reparto de fondos» para las provincias. Guzmán buscará respaldo el viernes, en su encuentro virtual con senadores y diputados oficialistas.

En el Gobierno coinciden en que «a nadie sorprenden» las repercusiones negativas de la decisión. «Pero hay que explicar bien que no se impide a nadie comprar dólares, solo que tendrán otro costo», dijo un vocero oficial. «Hay que explicar bien que no se trata de un capricho, era imposible de evitar», agregaban las fuentes, un rato antes de que el propio Pesce aclarara que enfrentaban «compras muy fuertes de dólar ahorro», un hecho, que según su visión, «tiene que ver con una tradición argentina».

En la entrevista con radio El Destape, Pesce se encargó además de aclarar que «no habrá ninguna restricción para sacar dólares de los bancos», más allá de los movimientos que comenzaron a producirse al iniciarse la jornada en el mercado cambiario.

«Se trata de una medida momentánea», insistieron cerca del Presidente. Y agregaron que «lo importante» está en el Presupuesto enviado al Congreso, en el que se busca «estabilidad macroeconómica y sostenibilidad fiscal», imposibles de lograr con un dólar desbocado o un Central sin reservas, afirmaron en la Casa Rosada.

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